Disfunción Sexual Femenina: ¿Un Tema Muy Nuevo?

Cuando hablamos de disfunción sexual nos parece que debe ser una enfermedad muy rara que solo les pasa a unos pocos individuos en “la China” y que eso jamás me pasará a mí.

Cuando hablamos de disfunción sexual nos parece que debe ser una enfermedad muy rara que solo les pasa a unos pocos individuos en “la China” y que eso jamás me pasará a mí. Ahora bien, el primer punto a tratar es, ¿qué es disfunción sexual?; una manera muy práctica de describirlo es esta: “es todo lo que te impida disfrutar plena y libremente de un acto sexual o de tu propia sexualidad”, sí; lo leíste bien hablamos de no poder disfrutar plenamente de una relación sexual de pareja o de una masturbación; si lo que acabas de leer te hizo recordar algún momento de tu vida o a una amiga que te comentó que le pasó algo similar, sigue leyendo.

El hecho de no poder disfrutar del sexo, por una u otra causa, representa un problema que necesita ayuda y en algunos casos tratamiento y se llama disfunción sexual. La primera regla para poder tratar un problema es llamar las cosas por su nombre, ese sigue siendo el tabú más fuerte de nuestras sociedades aún a las generaciones de millennials que tienen mucha más libertad que sus predecesores; así que acostúmbrate a decir pene, vulva, vagina, erección, orgasmo, placer sexual, masturbación y disfunción sexual con la misma normalidad que puedes llamar a alguien Juan, María o Pedro. Si te sentiste un poco ofendido con el simple hecho de leerlo, aun debes trabajar en ello, ya que son elementos esenciales y naturales del ser humano y para poder mejorarlo es necesario conocerlo y adaptarlo a tu vocabulario no como una ofensa o vulgaridad, sino como un sustantivo.

Tocar este tema y hablar de disfunción sexual femenina es aún peor, porque socialmente se asume el hecho de que si una mujer no quiere tener relaciones sexuales será debido y exclusivamente a que le gusta hacerse “la rogada” o que simplemente no tiene ganas porque “anda en sus días”. La complejidad de los procesos fisio-psico-patológicos femeninos hacen de esa descripción una simple vociferación del más alto grado de ignorancia. Hoy entendemos mejor cómo funciona la sexualidad femenina y estamos descubriendo cada vez más como ayudar a quien sufre de disfunción sexual.
Para entender los problemas que pueden producirse por una falta de salud sexual hay que entender perfectamente como funciona de manera normal la sexualidad y cuáles son sus componentes. El elemento más esencial para disfrutar tu sexualidad en cualquier etapa de tu vida es entender lo que es, que significa para ti y por supuesto estar segura que estás lista para emprender con tu consciencia tranquila el camino de la exploración de tu cuerpo y la intimidad en pareja de manera responsable cuando aún no tienes pareja habitual y de manera saludable con tu pareja habitual. Rompe el tabú, pierde el miedo y decide a tomar el control de tu vida y reclama tu derecho a una vida y a una sexualidad sanas.

Parecerán temas muy nuevos, sin embargo, desde 1960 Master y Johnson describieron la “Respuesta Sexual Humana” y describieron las fases que componían a ésta. Es desde esta época que entendemos que las fases inician con un deseo, luego la excitación, a esto sigue un período de meseta y el broche de oro llega con el orgasmo el cual puede ser repetido muchas veces, para pasar a una etapa refractaria y por último la sensación de absoluta satisfacción.

¿Quieres saber que pasa en cada fase y como tratar los problemas que puedan presentarse en cada una?, sigue leyendo nuestro próximo artículo.

Por: Abner G. Santos López, Ginecólogo Y Obstetra, Uroginecólogo y Cirujano Pélvico

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