Lo que los más viejos del lugar no habían visto, sucedió. En la época de los 140 caracteres nos hemos enfrentado a una situación que muchos hemos calificado como “de película”.
Todos hemos perdido a alguien cercano en el 2020, que se ha ido de una manera muy trágica: sin poder darles un beso de despedida, una palabra de ánimo o una caricia.
Sin embargo, el mundo ha seguido girando. Y los que quedamos vivos tenemos puesta nuestra esperanza en la vacuna, que gracias a la ciencia estará disponible en Guatemala en los próximos meses. Y queremos recuperar el tiempo perdido: nos abrazaremos como nunca, y agarraremos las manos de nuestros padres y abuelos con más fuerza que antes.
Quizá la Providencia ha querido darnos un toque de atención. A lo mejor ha querido decirnos que el mundo estaba necesitado de paz y de alegría. Que mirábamos muy poco al Cielo. Y que estábamos demasiado pesimistas: que había mucho “cenizo”, como dicen en España.
En Hospital El Pilar hemos tratado a nuestros pacientes, si cabe, con más cariño del habitual. Sabemos lo difícil que ha sido esta situación para muchas familias a nivel económico y emocional. Nuestro personal ha dado la talla, y aprovecho esta tribuna para felicitarles.
Tenga en cuenta, estimado lector, que para que el paciente esté bien atendido en un hospital hacen falta muchas personas: limpieza, farmacia, alimentación, lavandería, mantenimiento, informática, administrativos, doctores, enfermeras… Y todo tiene que estar coordinado para que la maquinaria esté lista las 24 horas del día.
Veamos qué nos depara este 2021. Confiemos en que pase lo que pase, no perderemos la paz. Confiemos en que miraremos más al Cielo… en Hospital El Pilar seguiremos invirtiendo para que usted y los suyos se sientan siempre en buenas manos.
Por: Lic. Ignacio Lillo,