Dentro de las diversas actividades que cotidianamente el ser pediatra me permite realizar, quizá una de las que más disfruto sea el atender en la clínica a los “futuros padres” en lo que generalmente conocemos como una CONSULTA PRENATAL. Ya sea por una referencia de algún familiar, de otro paciente o del ginecólogo mismo, me llena de entusiasmo el poder acompañar a mamá y papá desde el inicio mismo de esa hermosa y desafiante aventura.
El visitar a la o el potencial PEDIATRA de él o la bebé que está por nacer tiene varias ventajas; sobre todo si este primer encuentro se realiza en un ámbito programado con la tranquilidad y tiempo suficiente de las dos partes involucradas y no, como en algunas situaciones se da, en el vestidor de sala de operaciones o sala de partos minutos antes de nacer el o la bebé en medio del estrés y ansiedad del momento.
Dentro de los objetivos que una visita prenatal con el pediatra persigue, me gustaría citar los siguientes:
- Establecer una positiva relación FAMILIA / PEDIATRA. Este es tal vez el más importante de los motivos de una consulta prenatal. El binomio Familia-Pediatra debe de buscar un sinergismo que permita facilitar y garantizar una adecuada vigilancia del crecimiento y desarrollo. El “vínculo de la confianza” es uno de los valores que todo profesional de la salud, pero sobre aquellos que tenemos el privilegio y la responsabilidad de cuidar de los bebés, debemos procurar, honrar y promover. La experiencia me dicta que cuando esa confianza existe, es el mismo bebé el que se ve beneficiado.
- Conocer sobre las necesidades, expectativas y preocupaciones de los futuros padres. El convertirnos en padres es una, sino la experiencia más importante de nuestras vidas. Y el nacimiento de nuestro hijo o hija debe ser un día que disfrutemos y vivamos de la mejor manera.
- Es importante conocer sobre las necesidades y características de cada pareja. He visto casos opuestos, desde el papá que quiere entrar a la sala de partos con cámaras de foto y video para no perderse un solo instante del acontecimiento, hasta aquel que no está seguro de querer entrar. Mamás muy tranquilas y relajadas y otras que solo de pensar que están cada vez más cerca de ese día, no pueden dormir. Esto me permite poder comprender y apoyar mejor a la pareja, pero también velar porque
se sientan lo más cómodos y tranquilos en el momento del nacimiento. - El conocer sobre sus expectativas en cuanto a la experiencia del nacimiento de su hijo(a) es trascendental. Aprovechamos para platicar sobre temas de “alojamiento conjunto”, y las características de cada una de las maternidades de los hospitales que están considerando para el nacimiento de su bebé.
- Aunque parece poco relevante, pero solo el hecho de preguntar ¿quiénes quieren que estén presentes las primeras horas tras el nacimiento del bebé?, hace que surjan interesantes conversaciones entre los futuros padres. Es parte de nuestro trabajo el procurar que en la medida de lo posible esas expectativas se cumplan.
- Recopilar información sobre la historia médica de ambos lados de la familia. Es trascendental conocer sobre los antecedentes de salud de los padres, si padecen de alguna enfermedad que amerite de algún tipo de intervención desde el momento de nacer por parte del pediatra. Especialmente en el caso de alergias (rinitis, dermatitis, asma) el abordar de forma preventiva la situación será muy importante para la disminución de riesgos en el bebé.
- Abordar el tema de lactancia materna. La LACTANCIA MATERNA, es y seguirá siendo el estándar de oro en cuanto a la alimentación del o la bebé en los primeros 6 meses de vida.
- No existe fórmula alguna que supere los beneficios de dar de mamar a su bebé. En este sentido es necesario explicar el proceso de la lactancia, la producción de leche y la transición entre calostro – la “bajada de la leche” – y la leche madura. En mi experiencia uno de los principales obstáculos que enfrenta el proceso de lactancia es la ansiedad por parte de la madre al temor de no poder producir la suficiente cantidad de leche para su hijo(a) y también la falta de involucramiento del papá en el proceso. Cuando esto se logra superar, las oportunidades de lograr una exitosa lactancia materna exclusiva se incrementan.
- El disipar temores es también necesario. Generalmente nos atemorizan aquellas cosas que desconocemos, el 95% de los futuros padres no están familiarizados con procedimientos médicos y a muchos el hecho de estar en un ámbito hospitalario les incrementa el estrés. Describir lo que sucederá en el hospital en cuanto a los cuidados del recién nacido les ayudará a entender cada una de las acciones que el pediatra tomará y permitirá que puedan disfrutar de mejor forma la experiencia. El momento de ver nacer a su bebé es una de las experiencias más gratificantes e importantes en la vida, ¡que el miedo no se las robe!
- Exponer, en el caso de esperar un varoncito, los aspectos referentes a la circuncisión. Hablar sobre los beneficios, indicaciones, complicaciones y riesgos del procedimiento, ayudará a los futuros padres a tomar la mejor decisión. Este procedimiento no es una indicación médica y el tener acceso a la información mencionada facilitará que los padres tomen una decisión.
- Brindar una guía anticipada en cuanto al desarrollo de destrezas y habilidades en los padres.
- Platicar en cuanto a los aspectos de seguridad para el bebé en el hogar. Características que buscar en una silla de carro/porta bebé, carruaje, cuna, condiciones que debe cumplir el cuarto del bebé etc.
- Explicar horarios de atención, hospitales a los cuales se está afiliado, seguros con los que se trabaja. Pero sobre todo tocar el tema de formas y medios de notificar emergencias.
Espero que estas líneas les ayuden a poder tener más elementos de conversación al momento de una consulta prenatal con el futuro pediatra de su bebé y les reitero la motivación para que lo hagan.
Por: Dr. Otto Torres Pellecer – Pediatría