Cáncer de Colon

2

El cáncer de colon es una enfermedad muy común en nuestro medio y a nivel mundial. Año tras año cobra mayor relevancia ya no solo porque sea una enfermedad grave y con mal pronóstico, sino más bien porque es una enfermedad que con los avances tecnológicos, con una búsqueda temprana de sus manifestaciones iniciales se logra controlar y muchas veces erradicar obteniendo tasas de curación muy altas.

En la época actual se ha presentado una mayor incidencia del cáncer de colon por el aumento de la expectativa de vida de la población en general, por la vida sedentaria y por la búsqueda temprana de manifestaciones iniciales de la enfermedad de forma intencionada. Esta enfermedad afecta a más de 3.5 millones de personas en todo el mundo y aparecen 600,000 nuevos casos cada año. En el caso de los hombres 1 de cada 23 puede llegar a presentar un cáncer de colon y en el caso de las mujeres 1 de cada 24.

También podemos decir que hay muchos factores relacionados con el estilo de vida que han sido asociados al cáncer de colon. Entre estos factores podemos mencionar: el sobrepeso, la obesidad, una vida sedentaria, una alimentación alta en consumo de carnes procesadas y carnes rojas (res, cerdo, cordero, embutidos).

También la forma en cómo se consumen los alimentos por ejemplo las frituras, la carne muy asada, los alimentos encurtidos en sal, pueden liberar sustancias químicas que aumentan el riesgo de cáncer. El tabaquismo y el alto consumo de alcohol son otros factores que podemos modificar de nuestro estilo de vida que influyen en gran medida para el desarrollo de la enfermedad. Y definitivamente hay otros factores de riesgo que llamamos no modificables que aumentan el riesgo y estos son: el envejecimiento, antecedentes personales de cáncer gastrointestinal o presencia de pólipos colónicos, antecedentes personales de padecer de enfermedades inflamatorias del intestino como lo son la enfermedad de Chron y la colitis ulcerativa crónica. También hay síndromes familiares hereditarios con los cuales hay que tener un especial cuidado y vigilancia ya que el desarrollo del cáncer de colon tiene una alta incidencia.

Lo importante ahora es saber si se puede prevenir el cáncer de colon. Y lastimosamente no existe una forma absoluta o una medida que nos ofrezca una protección completa, pero sí hay medidas que pueden reducir el riesgo de padecerlo. Entre ellas podemos mencionar: un adecuado control de peso, aumentar la actividad física de una manera responsable y saludable, una alimentación alta en frutas, verduras, antioxidantes, fibra y productos integrales, evitando el exceso de carnes rojas, frituras, azúcares refinados y productos enlatados. Reducir al máximo el consumo de alcohol y definitivamente eliminar el cigarrillo.

Ahora bien la forma más efectiva para protegernos del cáncer de colon es la detección temprana. El cáncer de colon generalmente inicia con tumefacciones pre-cancerígenas llamadas pólipos. Estos pólipos los hay de diversos tipos y así mismo su conversión a cáncer es muy variable. Estos pólipos no presentan ningún síntoma y por eso pasan desapercibidos, pero si los detectamos a tiempo, al tratarlos, podemos prevenir el cáncer de colon.

Existen diversas pruebas que se pueden hacer de forma periódica para detectar estos pólipos, entre ellas tenemos: pruebas en heces fecales y pruebas visuales. Entre las pruebas en heces tenemos la detección de sangre humana en heces por una reacción inmunoquímica conocida como prueba FIT, la detección de sangre en heces y sus componentes como la hemoglobina y la transferrina. Y por último la detección de DNA de células cancerígenas en las heces. Todas estas pruebas se tienen que hacer con una mayor frecuencia (cada año) y si en algún caso el resultado es positivo es necesario hacer una colonoscopia.

Entre las pruebas visuales podemos mencionar la colo-tomografía que es un examen radiológico no invasivo que detecta pólipos mayores de 1 cm pero los de menor tamaño son difíciles de encontrar. De igual forma si el resultado es positivo el siguiente paso es realizar una colonoscopía.

Como hemos de estar suponiendo ya, la colonoscopía es la prueba más certera y eficaz que realizada en manos expertas nos brinda un diagnóstico temprano de un pólipo o de un cáncer en sus fases iniciales. A través de la colonoscopia no solo se detecta el pólipo o la lesión, también se evalúa su tamaño, forma y conformación. Con la colonoscopia se puede realizar una toma de muestra del tejido e incluso resecar por completo el pólipo y se envía a análisis microscópico (biopsia), los cual permite saber su composición y potencial maligno para desarrollar un cáncer. Y en esta capacidad de detección y de brindar también tratamiento radica la importancia de este método para combatir el cáncer de colon. La colonoscopía tiene también la ventaja que es un estudio que se realiza cada 10 años toda vez los hallazgos sean negativos para un pólipo con potencial maligno.

El tratamiento del cáncer de colon como todo tratamiento actualmente tiene que realizarse a través de un equipo multidisciplinario, que según sea el estadío de la enfermedad involucra a uno u otro especialista. Lo que sí es cierto es que el abordaje en equipos de trabajo es mucho más efectivo en obtener mejores resultados. En este tema hablamos desde médicos internistas, endoscopistas, gastroenterólogos, cirujanos de colon y recto, oncólogos médicos, radiólogos, cirujanos oncólogos, radioterapeutas, psicólogos y nutricionistas.

Podemos dividir a grandes rasgos el tratamiento del cáncer de colon en tratamientos locales y tratamientos sistémicos. Cuando hablamos de tratamientos locales nos referimos a aquellos tratamientos que tratan el tumor sin afectar al resto del cuerpo. Estos tratamientos son eficaces para tumores en etapas tempranas. Entre estos tratamientos podemos mencionar desde los tratamientos de resección del tumor por vía endoscópica (mucosectomía por colonoscopia), cirugía para resección del segmento de colon afectado ya sea abierta o video-laparoscópica, terapias de embolización del tumor y radioterapia (más para el cáncer de recto).

Los tratamientos sistémicos para el cáncer de colon van dirigidos a estudios más avanzados de la enfermedad, cuando se sospecha de invasión local, a órganos contiguos o a distancia.

Estos tratamientos corresponden a la quimioterapia que ataca directamente a las células cancerosas, terapias dirigidas a blancos específicos que detienen por ejemplo la formación de vasos sanguíneos en los tumores y terapias inmunológicas que ponen en alerta al sistema inmune del cuerpo del paciente para destruir y atacar las células cancerígenas. Estos tratamientos sistémicos presentan cada uno diferentes secuelas o efectos adversos pero año con año se investiga para que sean más efectivos y mejor tolerados.

Del cáncer de colon hay mucho que hablar y más por descubrir pero el mensaje para llevarnos a casa es que se trata de una enfermedad potencialmente mortal, pero que con intervenciones tempranas y acertadas puede tener cura e incluso lograr superar la enfermedad hasta un 90% de las veces.

Dr. Oscar Palma

Cirujano Digestivo & Endoscopia Gastrointestinal

@Dr.OscarPalma

 

Más entradas