Este tipo de cáncer puede no presentar síntomas en etapas iniciales, por ello los chequeos regulares que incluyen un examen de sangre PSA y un examen rectal digital son fundamentales para su detección temprana, pues las opciones de tratamiento suelen ser más efectivas y menos invasivas. Estos chequeos preventivos se recomiendan a partir de los 40 años y si hay antecedentes familiares de cáncer de próstata a partir de los 35.
Los tratamientos varían según la etapa de la enfermedad y su gravedad e incluyen opciones como la cirugía, radioterapia, terapia hormonal y vigilancia activa.
Aunque su causa exacta aún no se comprende completamente, ciertos factores como la edad avanzada, antecedentes familiares y la dieta pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Por el contrario, debemos mantener un estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular y evitar el consumo de tabaco y alcohol en exceso. Estos hábitos pueden contribuir significativamente a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata y muchas otras enfermedades.
El cáncer de próstata no tiene por qué ser una sentencia de muerte. Con el conocimiento, la prevención y los avances en el tratamiento, podemos ofrecer esperanza a aquellos afectados por esta enfermedad y trabajar juntos para combatirla.
Recuerda, tu salud es lo más importante. No esperes, hazte el chequeo. ¡Cuida tu próstata, cuida tu vida!
Dr. Hugo Arriaga nos habla sobre la prevención del cáncer de próstata.