¿Sabías que el cerebro se puede inflamar? Esta inflamación se denomina encefalitis y puede ocurrir por diversas razones, siendo las más comunes infecciones virales, bacterianas o incluso encefalitis autoinmune, cuando el propio sistema inmunológico ataca al cerebro por error, provocando inflamación.
Los primeros síntomas de un síndrome encefalítico son:
- Alteración de la conducta o del estado de alerta.
- Fiebre.
- Convulsiones.
- Dolor de cabeza.
“La encefalitis es una urgencia neurológica que debe ser atendida en las primeras 24 horas del inicio de los síntomas para mejorar el pronóstico», señala el Dr. Diego Posadas, neurólogo. Su diagnóstico requiere estudios neurológicos, como una resonancia magnética cerebral para detectar inflamación y anomalías estructurales, así como un análisis del líquido cefalorraquídeo obtenido mediante punción lumbar, lo que permite identificar infecciones, inflamación o la presencia de anticuerpos asociados a encefalitis autoinmune.
Las consecuencias a largo plazo y el impacto en la salud cerebral dependerán del tiempo transcurrido hasta el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Una encefalitis no identificada y tratada en sus primeras etapas, con un curso de 3 a 4 días, puede generar secuelas como:
- Trastornos del lenguaje.
- Convulsiones de difícil control.
- Deterioro cognitivo.
- Alteraciones psiquiátricas.
Un diagnóstico y tratamiento oportunos son fundamentales para reducir el riesgo de complicaciones y mejorar la recuperación del paciente. El enfoque terapéutico dependerá de la causa subyacente de la inflamación. En casos de encefalitis viral, se emplean antivirales, mientras que en la encefalitis autoinmune el tratamiento puede incluir esteroides, inmunoglobulinas y, a largo plazo, anticuerpos monoclonales para prevenir recurrencias.
Además, el tratamiento a largo plazo variará según las necesidades de cada paciente e incluirá, en muchos casos, terapias de rehabilitación, como terapia cognitiva, terapia cognitivo-conductual, fisioterapia y otras estrategias de recuperación. En algunos casos, será necesario el uso de fármacos antiepilépticos para controlar las convulsiones y mejorar la calidad de vida.
Detectar y tratar la encefalitis a tiempo puede marcar la diferencia entre una recuperación favorable y secuelas permanentes. La conciencia sobre esta enfermedad es clave para actuar con rapidez y asegurar el mejor pronóstico posible.