Fertilidad: Conociendo el reloj biológico y cómo cuidarlo

La fertilidad es salud, tiempo y decisiones informadas. Conoce cómo influye la edad y qué opciones existen para preservar tu fertilidad.
Mujer embarazada tocando su estómago junto a su pareja.

            La fertilidad es un tema profundamente ligado al tiempo, al cuerpo y a los sueños de muchas personas. Aunque suele relacionarse con la capacidad de concebir, en realidad abarca mucho más: es una manifestación de salud, de posibilidad, y también de decisiones informadas. Entender cómo funciona el llamado «reloj biológico” puede marcar una gran diferencia en el camino de quienes desean convertirse en madres o padres en el momento adecuado para ellos.

¿Qué es el reloj biológico?

            El término «reloj biológico» hace referencia al tiempo natural y limitado que tenemos para reproducirnos. En el caso de las mujeres, nacemos con un número finito de óvulos, y nuestra fertilidad tiene una vida media de entre 40 y 45 años. La reserva ovárica disminuye progresivamente desde el nacimiento, y de forma más acelerada a partir de los 35 años.

            Este reloj también aplica a los hombres: después de los 40 años, se ha comprobado una disminución en la calidad espermática.

¿Es real que la fertilidad disminuye con la edad?

            Sí. La fertilidad femenina no es un mito social, sino un hecho biológico. Al nacer, una mujer tiene alrededor de 1-2 millones de óvulos, pero al llegar a la pubertad se reducen a unos 300,000. De estos, solo unos 400-500 llegarán a ovular a lo largo de su vida reproductiva.

            El cuerpo está naturalmente diseñado para una mayor capacidad reproductiva entre los 20 y los 30 años. Después de esta etapa, la cantidad y calidad de los óvulos disminuye notablemente.

¿Qué diferencias hay a los 20, 30 y 40 años?

  • A los 20 años: Si una pareja intenta concebir, se recomienda hacerlo de forma natural durante 12 meses. La probabilidad mensual es de alrededor del 10%.
  • Después de los 35: Se sugiere consultar tras 6 meses de intentarlo sin éxito. La capacidad reproductiva se reduce considerablemente.
  • A los 40 años: Se aconseja acudir directamente a un especialista. Las tasas de éxito en tratamientos como la fertilización in vitro también disminuyen con la edad.

¿Qué tan efectivas son las técnicas de fertilidad?

  • Tratamientos de baja complejidad (como inseminación intrauterina): entre 15-20% de efectividad antes de los 35 años, bajando al 8-10% después de los 40.
  • Fertilización in vitro (FIV): Hasta un 50% de efectividad antes de los 30, y entre 40-45% después de los 35, dependiendo de la técnica usada. Y baja aún más la tasa de éxito después de los 40 años.

Con la edad, además, aumentan los riesgos genéticos y la probabilidad de aborto espontáneo.

¿Influye el estilo de vida?

            El estrés, el sobrepeso, el tabaquismo y el consumo de alcohol afectan directamente la fertilidad. Una mujer fumadora crónica, por ejemplo, puede ver reducida su fertilidad en un 10-20%. Además, la obesidad puede causar problemas de ovulación y complicaciones durante el embarazo.

            “El cuerpo debe estar preparado no solo para concebir, sino para vivir plenamente la maternidad”, señala el Dr. Novales.

¿Qué opciones hay para postergar la maternidad?

La preservación de la fertilidad es una excelente alternativa. En mujeres se estimulan los ovarios, se extraen los óvulos y se congelan (vitrificación). Idealmente se recomienda hacerlo antes de los 35 años.

Además, la mujer puede orientarse sobre el estado actual de la fertilidad y ayudarse a tomar decisiones informadas mediante pruebas como el conteo folicular por ultrasonido transvaginal y estudios de la Hormona Antimulleriana y la Hormona Foliculoestimulante que indican la reserva ovárica y mide su función.

A la mujer que se siente presionada o ansiosa por su edad y fertilidad, el Dr. Novales, Ginecólogo y Obstetra especializado en Medicina Reproductiva, le envía el siguiente mensaje:

“No pierdan la esperanza ni el amor. Cada paso que dan y cada decisión que toman las acerca más a su sueño. No están solas en este camino: tienen médicos, consejeros y seres queridos para apoyarlas. La fertilidad no solo es la capacidad de crear vida, sino también la capacidad de nunca dejar de soñar con ella. Sigan soñando, celebrando y cuidando la vida”.

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