Cuidado emocional y de la familia

Importancia del lavado correcto de manos

Mantener una buena higiene de manos es una de las mejores maneras de protegerse y proteger a su familia de enfermedades. Así mismo:

  • Limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia, como manijas de puertas, interruptores de luz y teléfonos.
  • Evitar compartir objetos personales como toallas, cepillos de dientes y utensilios.
  • Ventilar las habitaciones para reducir la concentración de patógenos en el aire.

Técnica correcta del lavado de manos

1. Mojarse las manos con agua limpia (tibia o fría), cerrar el grifo y aplicarse jabón.

2. Frotarse las manos con el jabón hasta que haga espuma. Frotarse la espuma por el dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas.

3. Tallar las manos durante al menos 20 segundos.

4. Enjuagarse bien las manos con agua limpia.

5. Secarse las manos con una toalla limpia o al aire.

Momentos clave para el lavado de manos

Uso de gel antibacterial vs. agua y jabón

El agua y el jabón son más efectivos para eliminar ciertos tipos de gérmenes, como el norovirus, Cryptosporidium y Clostridium difficile.

El gel antibacterial con al menos un 60% de alcohol puede inactivar muchos tipos de microbios de manera muy eficaz cuando no hay agua y jabón disponibles.

Sin embargo, el gel antibacterial no elimina todos los tipos de gérmenes y no es tan efectivo cuando las manos están visiblemente sucias o grasosas. 

Enseñar a otros miembros de la familia

  • Enseñar a los niños la técnica correcta del lavado de manos y supervisarlos para asegurarse de que lo hagan correctamente.

  • Fomentar el hábito de lavarse las manos en momentos clave, como antes de comer y después de usar el baño.

  • Proporcionar gel antibacterial en lugares accesibles cuando no haya agua y jabón disponibles.

  • Dar el ejemplo: los adultos deben practicar y demostrar una buena higiene de manos para que los niños imiten.
Depresión Postparto / Hospital El Pilar

Cambios emocionales normales vs. patológicos

Durante el postparto, es normal experimentar una montaña rusa de emociones. Puedo sentirme feliz y emocionada por la llegada de mi bebé, pero también puedo sentirme abrumada, cansada y ansiosa. Estos cambios emocionales son normales y suelen mejorar con el tiempo. Sin embargo, si mis sentimientos de tristeza, desesperanza o ansiedad son persistentes y afectan mi capacidad para cuidar de mí misma o de mi bebé, puede ser un signo de depresión postparto y debo buscar ayuda profesional.

Depresión postparto: síntomas y señales de alerta

La depresión postparto es una condición seria que puede afectar mi bienestar emocional y físico. Algunos síntomas incluyen sentimientos de tristeza profunda, pérdida de interés en actividades que solía disfrutar, dificultad para vincularme con mi bebé, cambios en el apetito y el sueño, y pensamientos de autolesión o de hacerle daño a mi bebé. Si experimento alguno de estos síntomas, es importante que hable con un profesional de la salud lo antes posible.

Ansiedad y trastornos del sueño

La ansiedad postparto puede manifestarse como preocupación excesiva por la salud y seguridad de mi bebé, miedo a no ser una buena madre, y pensamientos intrusivos que me causan angustia. Además, los trastornos del sueño son comunes y pueden empeorar mi estado emocional. Es importante que trate de descansar cuando mi bebé duerme y que busque apoyo si la ansiedad y los problemas de sueño persisten.

Importancia del acompañamiento familiar

El apoyo de mi familia y amigos es crucial durante el postparto. Puedo pedirles ayuda con las tareas del hogar, el cuidado del bebé, y buscar su compañía para hablar sobre mis sentimientos y preocupaciones. El acompañamiento familiar puede ayudarme a sentirme menos sola y más capaz de manejar los desafíos del postparto. No debo dudar en pedir ayuda y en comunicar mis necesidades a quienes me rodean.

Apoyo familiar postparto / El Pilar
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