El sistema digestivo cumple la función de digerir los alimentos para obtener los nutrientes como vitaminas, proteínas, carbohidratos, etc. Son diferentes procesos los que están involucrados en este proceso y se necesita un correcto funcionamiento de cada órgano, así como un delicado equilibrio que existe en la flora intestinal. Por otro lado, lo que comemos juega un papel crucial, es por esto que ¨somos lo que comemos¨ y debemos mantener hábitos alimenticios saludables que nos permitan tener una salud digestiva.
Hoy en día existen diferentes dietas enfocadas en perder peso debido a la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad que existe a nivel mundial, sin embargo, todo se resume en 3 aspectos fundamentales, lo primero es evitar el consumo excesivo de harinas y carbohidratos ya que estos se convierten en triglicéridos que en exceso ocasionan muchas enfermedades (cardiovasculares, diabetes, hígado graso), lamentablemente en muchos países estos constituyen la fuente principal de alimentación. En segundo lugar, debemos disminuir en gran medida las grasas, principalmente las de origen animal, vale la pena mencionar que siempre es necesario incluir grasas en nuestra dieta, por lo general no debe superar un 25% a 30% del total de lo que comemos cada día. Por último, la fibra vegetal permite un adecuado tránsito intestinal, facilita disminuir el consumo de calorías, evita la inflamación intestinal entre otros beneficios. Finalmente, si logramos este balance, el aporte de proteínas, vitaminas y minerales será fácil ya que con esto lograremos una dieta balanceada en conjunto con un aporte de 2 o 3 litros de líquidos al día.
¿Qué pasa con las carnes rojas y embutidos?
Su consumo aumenta el riesgo de presentar enfermedades, tal es el caso de ciertos tipos de cáncer gastrointestinal, pólipos intestinales. Las bacterias del intestino forman sustancias inflamatorias al tener contacto con estos alimentos y aumentan la probabilidad que esta inflamación ocasione tumores. Lo mismo sucede con las bebidas alcohólicas, las cuales han demostrado ser un factor de riesgo para cáncer en diferentes partes del cuerpo. Estoy seguro que cada día estamos más familiarizados con los probióticos y prebióticos, resulta que son de suma importancia, al menos existen 5 beneficios claramente demostrados, facilitan la digestión, ayudan a la formación de vitamina k, reducen la inflamación del tejido intestinal, aumentan la lubricación del intestino y con esto mejoran el tránsito de los alimentos. A pesar de ser tan populares hoy en día, deben utilizarse con indicación médica y seleccionar los que realmente ofrecen beneficios. Es un equilibrio muy delicado mantener la flora intestinal, se puede alterar fácilmente por el uso de antibióticos o infecciones.
Dr. Luis Fernando Quevedo
Gastroenterología
Hospital el Pilar
