Cinco Elementos Clave Para Ayudar a los Pacientes con Long-Covid a Recuperarse

Se estima que cerca del 7% de la población total (de la total, no de las que les dio COVID) en Estados Unidos tienen o han tenido síntomas de COVID prolongado (Long COVID), dentro de los cuales pueden presentarse fatiga, palpitaciones o mareos. 

Acá en Guatemala, la estimación ronda el 50% a un año.  Sólo en las clínicas de salud publica entre enero y mayo de 2022 se atendieron más de 17 mil consultas. Y seguimos viendo en nuestras clínicas pacientes que luego de un año o más de haber tenido COVID siguen teniendo al menos alguna molestia.

A pesar de su elevada prevalencia, a la fecha no existen tratamientos estandarizados y aprobados para el tratamiento de esta condición y ayudar a los pacientes a recuperarse.

Sin embargo, muchas personas mejoran de manera progresiva cuando adoptan las siguientes estrategias.

  1. Bajar el ritmo

La fatiga y el desgano post-ejercicio son dos de los 12 síntomas utilizados para clasificar a una persona como caso de Long COVID.   La fatiga puede ser física o mental, y se suele acompañar de sueño excesivo.  El desgano post-ejercicio puede provocar que el paciente se sienta exhausto inmediatamente o hasta 48 horas después de la sesión.

Acá es donde puede ayudar la técnica de “bajar el ritmo”.  Es necesario que el paciente imagine que tiene una especie de paquete de energía y que debe distribuir el ritmo de su uso para que le dure toda la semana.  Y se debe distribuir su uso para las tareas físicas como para las mentales. Puede ser difícil de adoptar por parte de personas que habitualmente son muy activas, pero es necesario ayudarles a comprender que es más conveniente que incrementen sus actividades de manera gradual para no afectar su evolución.

  • Adoptar una dieta basa en plantas, una Dieta Anti-Inflamatoria

A la fecha no existe evidencia que sugiera de manera fehaciente que cierto patrón de dieta ayudará a revertir el Long COVID, pero muchos pacientes reportan que se sienten mejor cuando limitan el consumo de azúcar refinada y siguen una dieta basada en plantas, que puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo.  Ejemplos de este tipo de dietas son:  la mediterránea, la nórdica, la DASH.

Por otro lado, muchas personas recomiendan tomar una serie de suplementos vitamínicos, aunque la evidencia clínica es muy limitada.  A pesar de esto, el consumo de Omega-3 en dosis de 2 gramos al día, podría ayudar a reducir la inflamación asociada a Long COVID, ya que parece mantener la función mitocondrial y tener efectos anti-inflamatorios.

  • Modificar el ejercicio

Generalmente el ejercicio mejora la salud y reduce el riesgo de ciertas enfermedades, pero puede ser que no sea el caso para ciertas personas con Long COVID, por ejemplo, las que tienen fatiga post-ejercicio o síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS), condición que causa síntomas como taquicardia, mareos y fatiga con los cambios de posición corporal.

Con los pacientes que tienen Long COVID, se debe titular el ejercicio de acuerdo a los síntomas, lo cual significa que es necesario monitorear y ajustar constantemente de acuerdo al desempeño del paciente.  Se puede recomendar que se inicie el plan de ejercicio sentado o acostado.  Idealmente se debe contar con un plan personalizado y supervisado por un fisioterapeuta.

  • Adoptar conductas para mejorar la calidad de sueño

Se ha documentado que alrededor de 4 de cada 10 personas con Long COVID reportan insomnio y sensación de cansancio al despertar.

Algunas personas son más sensibles a la cafeína, por lo que se debe recomendar reducir su consumo.

También se debe reducir el uso de pantallas (celular, tabletas, computadoras, televisión inteligente), sobre todo una hora antes de ir a dormir.

Se debe recomendar a los pacientes que practiquen técnicas para el manejo del estrés y la ansiedad antes de ir a dormir.  No se ha encontrado un impacto importante del uso de sedantes o ansiolíticos si no se mejoran los otros aspectos.

  • Considerar medicamentos cuando es necesario

No existen actualmente medicamentos aprobados para el tratamiento del Long COVID, aunque hay algunos estudios que se están desarrollando.  Sin embargo, algunos medicamentos pueden proveer alivio sintomático:

  • Beta bloqueadores para el POTS
  • Pregabalina o Gabapentina para los problemas de sueño
  • Naltrexona a dosis baja para ayudar con la fatiga

No existen tratamientos que se ajusten a todos los pacientes, pero se pueden establecer medidas contextualizadas que ayuden a todos a mejorar gradual y progresivamente, sobre todo si lo vemos como un proceso.

Dr. Juan Pablo Moreira Díaz
Endocrinólogo Hospital El Pilar

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