Día Mundial de la Epilepsia

¿Sabías que en la antigüedad a los pacientes que convulsionaban por una crisis epiléptica los quemaban por creer que estaban poseídos por un demonio?

¿Sabías que en la antigüedad a los pacientes que convulsionaban por una crisis epiléptica los quemaban por creer que estaban poseídos por un demonio?

Sí, el término epilepsia deriva del griego epilambaneim que significa “coger por sorpresa” y se acuñó debido a que se creía que algún demonio había atrapado a una persona.

Gracias a la ciencia esto ya no sucede, sabemos que la epilepsia es una enfermedad con una base orgánica con bases fisiopatológicas y no con bases místico religiosas que se caracteriza por una descarga eléctrica del cerebro que genera muchas manifestaciones, entre ellas una crisis convulsiva tónico-clónica generalizada, antes conocida como gran mal que provoca una pérdida de conciencia y contracciones musculares violentas.

Pero no, no solo un paciente con epilepsia puede convulsionar. De hecho, entre un 10% a un 15% de la población general va a tener en su vida una crisis convulsiva como manifestación de cualquier otra enfermedad según el Dr. Barrientos, neurólogo.

¿Y qué hacemos en caso de presenciar una convulsión?

  • Guardar la calma.
  • Colocar de lado al paciente.
  • Esperar a que la crisis acabe por sí sola.

Según el Dr. Barrientos algunos de los errores más comunes ante crisis convulsivas son colocar alcohol en la nariz, echarle agua al paciente, ventilarlo o meterle cualquier cosa a la boca.

Si conocemos a alguien que sufre de epilepsia es importante brindar nuestro apoyo y evitar el estigma en contra o de rechazo por su enfermedad. La epilepsia es una enfermedad como cualquier otra causada por enfermedades genéticas; estructurales como tumores, sangrados o infartos cerebrales; autoinmunes, infecciosas, metabólicas, etcétera.

Dependiendo de la causa será el tratamiento del paciente, el cual buscará controlar las crisis, es decir, prevenirlas, ya que cada crisis es un deterioro cerebral acumulado a largo plazo.

Si un paciente con epilepsia que ya estaba controlado vuelve a tener crisis, esto podría deberse a motivos como la privación del sueño, medicación no ajustada a la dosis adecuada y consumo de alcohol.

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