Ayuno intermitente

¿FUNCIONA O NO FUNCIONA?

En muchas ocasiones escuchamos de nuestros familiares o amigos que intentan hacer una dieta Y con resultados muchas veces variables o insuficientes. En tiempos recientes ha cobrado fuerza la llamada “dieta de ayuno intermitente” y para responder a la pregunta que hacemos en el encabezado de respuesta corta es: sí.  Como cualquier intervención dietética, funciona mientras se pone en práctica, sin embargo, es necesario hacer algunos comentarios.  Existen esencialmente tres maneras de efectuar el ayuno intermitente:

  1. Ayuno en días alternos, consumiendo entre cero y 500 calorías en días alternos, con días de alimentación normal.
  2. La dieta 5.2, en la que se efectúan dos días de ayuno y 5 días de alimentación normal, y,
  3. La dieta de tiempo restringido, en la que solamente está permitido comer en una ventana de tiempo cada día.

Estas dietas producen pérdidas de peso de leves a moderadas, alrededor del 3 al 8% del nivel basal, en periodos cortos de ocho a 12 semanas.  Estos resultados están ampliamente documentados y apoyados por reciente evidencia científica.   El ayuno intermitente parece funcionar tanto para individuos de peso normal como en personas con obesidad.  Asimismo, las personas con resistencia la insulina o prediabetes se benefician de esta intervención.

Un dato interesante resulta ser que las personas que participan en este tipo de intervención no necesariamente se sienten débiles y fatigadas cuando hacen el ayuno, sino que muchas veces, mejoran su percepción general de energía y de concentración.  También se ha demostrado que esta intervención no daña el metabolismo.

A pesar de lo anterior, es importante hacer notar que se necesitan más estudios clínicos bien diseñados y a largo plazo que documenten de mejor manera el impacto de estas intervenciones, tanto en situaciones normales como en otras en las cuales existen enfermedades como diabetes, ovario poliquístico y trastornos tiroideos.

Pero quiénes pueden intentar hacer este tipo de dieta de ayuno intermitente

Son candidatos:

  • Los adolescentes con obesidad severa.
  • Los adultos con peso normal, sobrepeso u obesidad.
  • Los adultos con hipertensión y colesterol elevado.
  • Los pacientes con resistencia la insulina o prediabetes.
  • Los pacientes con diabetes tipo uno y diabetes tipo dos.

Consejos para iniciar en este tipo de intervención:

Lo primero es discutir su posible uso con una nutricionista calificada, y determinar si esta es la mejor alternativa para el paciente específico.

Una vez tomada la decisión de iniciar, se deben planificar entre 1 y 2 semanas para adaptarse al ayuno. Los dolores de cabeza son comunes, pero se pueden aliviar con un incremento de la ingesta de agua pura. Se debe incrementar la ingesta de fibra a través del consumo de frutas vegetales y granos cereales de grano entero.

Se deben ingerir al menos 50 g de proteína en los días de ayuno cuando se alternan con días normales, para controlar el apetito y prevenir la pérdida excesiva de masa magra.

El médico o la nutricionista estén apoyando al paciente deberán estar atentos ante algunas situaciones como por ejemplo deficiencias de nutrientes vitaminas y minerales el uso de medicamentos para controlar la presión arterial el colesterol y la glucosa ya que podría ser necesario reducir las dosis de estos y también se debe promover en los pacientes la participación en programas de cambios de conducta con relación a la alimentación para mantener el peso normal a largo plazo.

Como siempre es necesario contar con la asesoría y monitoreo de personal calificado para lograr el máximo beneficio independientemente de la intervención que se decida tomar.

 

Dr. Juan Pablo Moreira Diaz

Médico Internista y Endocrinólogo

 

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