No, no deseamos que entres en pánico. Pero como mujeres es importante que asumamos la responsabilidad de realizarnos nuestros chequeos anuales para encontrar cualquier tipo de cáncer de la mujer en un estadio temprano, ya que no hay otro método de detección temprana.
También es esencial que conozcamos los factores de riesgo asociados a este tipo de cáncer, tales como:
- No haber tenido hijos.
- Tener sobrepeso.
- Contar con mutaciones genéticas.
- Síndromes familiares como cáncer de mama u ovario.
- Padecer de endometriosis o SOP.
- Haber llevado algún tratamiento para la fertilidad.
En etapas más avanzadas al desarrollo del cáncer de ovario lo acompañan síntomas del tipo inespecífico como gastrointestinales, molestias de colon irritable por más de 6 meses, sensación de plenitud abdominal, crecimiento anormal del abdomen, estreñimiento, micciones frecuentes y sensación de llenura muy pronto después de comer.
La buena noticia es que la ciencia ha avanzado a nuestro favor en la evolución de los tratamientos del cáncer de ovario, contando con métodos menos invasivos para la paciente.
En etapas clínicas 1 y 2 se puede realizar una operación abierta o lamparoscópica para tratar de forma quirúrgica el tumor. En estadíos más avanzados se deben realizar diagnósticos por medio de imágenes, biopsias para determinar el tipo de cáncer y una lamparoscopia para posteriormente iniciar con quimioterapia y una cirugía de intervalo para limpiar por completo a la paciente del tumor y poder hacer el tratamiento.
Además de la quimioterapia se puede valorar la opción de realizar una terapia blanco, que es una quimioterapia más específica para cada caso según la mutación genética que se encuentre para aumentar la sobrevida de la paciente.
La Dra. Molina, oncóloga, menciona que: Cualquier mujer en postmenopausia debe no olvidarse de que ahí están sus ovarios y son un factor de riesgo y agrega que para ayudar a reducir el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer de ovario debemos:
- Mantener un peso saludable.
- Realizar ejercicio físico de manera rutinaria.
- Vigilar nuestro metabolismo con pruebas metabólicas en mujeres que se encuentran en postmenopausia y perimenopausia.
- Realizar nuestros chequeos médicos anuales.