¿Es posible contar la historia de un hospital a través de sus médicos?
Sentados en la cafetería de la UMI de Hospital El Pilar se encuentran tres hombres que se conocen de toda una vida. Conversan del pasado, recordando lo que alguna vez fue ese mismo lugar donde compartieron tanto. Los tres hombres fueron compañeros de trabajo, el Dr. Daniel Roche, traumatólogo y ortopedista de 84 años; el Dr. Martín Guillén, traumatólogo y ortopedista de 77; y el Dr. Alfredo Mackenney, médico y cirujano de 92.
“En 1866 La Asociación Española de Beneficencia nace con el objetivo del socorro de españoles de escasos recursos, enfermos, huérfanos o con imposibilidad de ganar su sustento. Fue fundada el 11 de marzo por iniciativa de Don Melitón Luxán. La razón principal de la asociación fue practicar la beneficencia con los españoles sin recursos, sus asociados y beneficiarios. Además de colaborar con los españoles que emigran al país e implementar planes de ayuda mutua”. -Fragmento de discurso del Dr. Daniel Roche por los 50 años del Sanatorio El Pilar.
Es el año 1939 y el Dr. Lizarralde comienza la atención médica a los socios de la Asociación Española de la Beneficencia. En 1948 se creó la Casa Social, ubicada en la 15 calle y 6ta avenida de la zona 1, donde funcionó inicialmente la Clínica de La Beneficencia gracias al trabajo del Dr. Lizarralde, el Dr. Constantino Álvarez y el Dr. Francisco Aguilar.
El Dr. Alfredo Mackenney comenzó a trabajar en El Pilar a mediados de los años 60, cuando era una pequeña casa de salud con 20 camas que brindaba servicios a un precio asequible, ubicada donde hoy se encuentra el Hospital Ixchel en zona 2 y donde se atendió al primer paciente del sanatorio, llamado Ángel Blanco. Era, en aquel entonces, manejado por las Hermanas Dominicas de la Anunciata llegadas de España, quienes contaban con un sencillo aparato portátil de rayos X, que manipulaba la Madre Lourdes, el cual sostenía el sanatorio. La madre de la cocina, Madre Luisa, ejercía el rol de lo que hoy es una nutricionista, con un carácter que pocos de los que la conocieron podrían olvidar, recuerda el Dr. Guillén.
Durante los primeros años, bajo la dirección médica del Dr. Constantino Álvarez, el sanatorio funcionó dando atención a españoles y guatemaltecos, teniendo una buena acogida en el país.
Y es en 1976, luego del terremoto, que el Dr. Daniel Roche ingresa al sanatorio, donde continúa laborando a la fecha. El mismo año se comienza a visualizar la construcción de un sanatorio más grande y se compra un terreno en zona 15, ubicación actual; donde el 12 de septiembre de 1977 los reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía, colocan la primera piedra, evento al que asistieron las Hermanas, médicos y enfermeras.
Algunos años más tarde finalizó la construcción y el 12 de octubre de 1981 se inauguró oficialmente el sanatorio, celebrando el día de la Virgen del Pilar.
El Dr. Javier Fernández asume la dirección médica y en este mismo año entró a laborar el Dr. Martín Guillén, al volver de su especialización en Italia. “Sentí un ambiente muy familiar y acogedor” recuerda, a la vez que menciona con nostalgia que aún contaban con el mismo aparato de rayos X que recuerda el Dr. Mackenney. Para aquel entonces se contaba con 28 habitaciones, emergencia, dos quirófanos, dos salas de recuperación, sala cuna y servicio para pacientes críticos.
El 15 de abril de 1982 se realizó el primer trasplante renal de Guatemala con un grupo de médicos encabezados por el Dr. César Galicia. Aquel fue un magno evento, una operación de largas horas a la que asistieron varios médicos, incluido el Dr. Mackenney. La reputación de El Pilar iba rápidamente en aumento y dos años después el número de camas se incrementó a 47, duplicándose a su vez el staff de médicos tratantes.
En los años 80´s, a cargo del Dr. Galicia, se comenzaron a llevar a cabo sesiones científicas mes a mes en el sanatorio. Los tres médicos coinciden en que en El Pilar no importaba el dinero y no había competencia ni envidia entre los colaboradores. Siempre existió un sentimiento de compañerismo y el deseo de compartir información y conocimiento con otros.
En 1991 se realizó la primera cirugía laparoscópica en el sanatorio y la segunda en Guatemala y dos años después se inauguró la Unidad de Terapia Intensiva, siendo la primera a nivel de hospitales privados. Este evento marcó un antes y un después en la cirugía, lo que llevó al Dr. Mackenney, a sus 72 años, a dejarla, aunque sostuvo su clínica hasta principios de la pandemia.
En 1994, siempre a la vanguardia, el sanatorio se convirtió en pionero al tener la primera Pediatría a nivel privado. Más adelante se crea la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales.
En 1999 el Dr. César Paz asume la dirección médica de manos del Dr. Javier Fernández. El mismo año, bajo la supervisión del Dr. Federico Ranero, quien fue jefe del Departamento de Pediatría durante 18 años, se estableció lo que ahora es conocido como Hospital Pediátrico, separando entonces a los adultos, niños y a los recién nacidos, siendo el único hospital privado de Guatemala con esta característica.
En 2001 comenzó a funcionar la Clínica de Radioterapia La Asunción y en 2003 la Unidad de Hemodinamia. Este mismo año se adquiere la primera cámara hiperbárica y en 2004 la primera resonancia magnética de magneto abierto del país.
En 2005 inició el servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos –UCIP–, siendo El Pilar el pionero de nuevo a nivel de hospitales privados. También en este año se recibe la Acreditación ISO-15189, que indica que el laboratorio del Sanatorio El Pilar cumple con la calidad y los estándares de confianza en sus pruebas.
Y en los años siguientes El Pilar no hizo más que seguir innovando.
Para el año 2006, la Unidad de Pediatría se amplió y se reubicó, contando ya con 19 camas privadas y una suite con diseños infantiles para recibir pacientes de 0 a 18 años, así como un área designada para el entretenimiento del paciente, buscando hacerlo sentir como en casa en la medida de lo posible. El Pilar es, además, el primer hospital que cuenta con pediatra las 24 horas del día, apoyando así a los médicos residentes.
En 2007 se realizó la primera cirugía estereotáxica. En 2008 se remodeló Emergencia para cubrir el número creciente de pacientes y en 2009 se realizó la primera diálisis peritoneal en Guatemala.
Parece increíble que los datos anteriores hayan surgido de los recuerdos de tres médicos que casi desde sus inicios han acompañado al hospital. Pero como mencionan quienes han laborado desde aquel entonces, El Pilar se ha vuelto también su casa y por lo tanto han hecho suya su historia.
Los años han pasado. El hospital creció y para tres doctores que crecieron junto con él, es otro hospital, otro mundo. Pero como asegura el Dr. Ranero, actual director médico del hospital desde 2019:
“No estamos acá para hacer las cosas de la misma forma en que se han hecho, estamos aquí para hacerlas mejor”, pues si algo ha caracterizado a El Pilar es la constante innovación.
En la última década se han remodelado áreas y adquirido sofisticados equipos para distintas áreas del hospital, especialmente el área de Sala de Operaciones. Las tres unidades de Cuidado Intensivo tienen el equipo más moderno para monitoreo y manejo de pacientes graves, además de que sus instalaciones han sido remodeladas de acuerdo con las recomendaciones internacionales de la Acreditación CEHC de Canadá.
En 2015 nació la Unidad Materno Infantil, inaugurada por la Reina Sofia, un área específica para la atención de pacientes embarazadas basada en el principio de que estas pacientes no están enfermas y ameritan un área diferente al ambiente hospitalario convencional.
El 2019 fue un año de cambios. El Sanatorio dejó de llamarse así y comenzó a llamarse Hospital a la vez que su imagen visual se modificó. El mismo año, con la visita del Ex primer ministro de España, Don José María Aznar, se inauguró la primera Unidad de Oncología privada de Guatemala.
En 2020 con la pandemia por el Covid-19 se truncan y aplazan proyectos para enfocarse en ampliar espacios para atender a los pacientes. Fueron preparadas 43 habitaciones que incluían Cuidado Intensivo y Cuidado Intermedio, atendiendo a más de 1,300 pacientes con excelentes resultados, convirtiéndose en la Unidad de Covid privada más grande del país.
En 2021 se retomaron proyectos y se inauguró la Unidad de Cardiología y Neumología; remodelando áreas, adquiriendo equipo altamente especializado e incorporando a médicos especialistas en ambas ramas.
En el hospital actualmente se cuenta con el primer laboratorio de Fisiología Pulmonar y la primera Unidad de Rehabilitación Cardíaca del país y adicionalmente se creó la Unidad de Falla Cardíaca y de Cirugía Cardiovascular, en la que ya se han realizado cirugías hace poco tiempo impensables en Guatemala.
En 2022 se estableció la Unidad de Neurología, próxima a acreditarse internacionalmente para el tratamiento de los accidentes cerebro vasculares a través del Código Ictus.
La revista Forbes (Artículo TOP 10, mayo 2023) reconoció a Hospital El Pilar como el único hospital innovador de la región centroamericana.
Viajando a través de su historia es evidente que desde sus inicios su visión ha sido clara y lo ha logrado de la mano de tantas personas que han dejado una huella imborrable entre sus rincones y que han formado parte esencial de su trayectoria, que continúa viéndose prometedora.