Cada vez son más conocidas y se documentan mejor las consecuencias negativas de los turnos nocturnos (en cualquier profesión, pero particularmente en medicina). El sueño que se pierde, jamás se recupera. Desafortunadamente, los turnos nocturnos siguen existiendo y mientras se resuelve este tema, hay que buscar alternativas. Los siguientes son algunos consejos para mitigar daños:
1. Realizar entrenamiento de fuerza en el post-turno para aumentar sensibilidad a insulina y reducir catabolia muscular.
2. Exposición a la luz del sol al salir del turno, al menos durante unos 20 minutos, con el
objetivo de aumentar la dopamina y reducir el cortisol y l dopamina.
3. Realizar siestas si es posible, no mayores a 90 minutos, e idealmente en horario de 13 a 16 hrs.
4. Procurar ingerir la mayor parte del consumo calórico del post-turno durante las horas diurnas, para ayudar a la re-sincronización de los ritmos circadianos, a reducir la sensación de hambre, y a aumentar la sensibilidad a la insulina.