Los quistes de ovario se forman cuando hay un desequilibrio en el proceso normal de desarrollo y liberación de los óvulos en los ovarios. A continuación, se explican brevemente los dos tipos más comunes de quistes de ovario y cómo se forman:
- Quistes foliculares: Durante cada ciclo menstrual, varios folículos (estructuras en los ovarios que contienen los óvulos) comienzan a crecer. Normalmente, uno de estos folículos madura y libera un óvulo durante la ovulación, mientras que los demás se reabsorben en el cuerpo. Sin embargo, en algunos casos, el folículo no libera el óvulo y continúa creciendo, formando un quiste folicular. Estos quistes suelen ser benignos y desaparecen en unas pocas semanas.
- Quistes del cuerpo lúteo: Después de que un folículo libera un óvulo durante la ovulación, el folículo se transforma en una estructura llamada cuerpo lúteo, que produce hormonas para preparar el útero para el embarazo. Si el cuerpo lúteo no se disuelve después de la ovulación y se llena de líquido, puede formarse un quiste del cuerpo lúteo. Estos quistes son benignos y desaparecen en unas semanas.
Además de estos tipos comunes de quistes, existen otros quistes menos comunes, como los quistes endometriales y los quistes dermoides, que tienen causas diferentes y se forman de manera distinta.
Los quistes de ovario pueden formarse debido a varios factores, como desequilibrios hormonales, problemas en la ovulación, endometriosis, enfermedad poliquística del ovario, entre otros. Aunque algunos quistes pueden ser pequeños y desaparecer sin tratamiento, otros pueden crecer más grandes y causar síntomas o complicaciones. Por eso es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas o si se detecta un quiste durante un examen médico de rutina.
