Sí, el estrés puede afectar la salud cardiovascular de diversas maneras. Cuando una persona se encuentra en una situación de estrés, su cuerpo produce una serie de hormonas como el cortisol y la adrenalina que elevan la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la glucemia. Si esta respuesta al estrés es crónica, es decir, si se prolonga en el tiempo, puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Además, el estrés crónico también puede influir en otros factores de riesgo cardiovascular, como el tabaquismo, el sedentarismo, una alimentación poco saludable y el consumo de alcohol en exceso. Por lo tanto, es importante controlar y manejar el estrés de manera efectiva para mantener una buena salud cardiovascular.