Pueden variar según la gravedad y el tipo específico de defecto cardíaco. Algunos bebés pueden presentar síntomas desde el nacimiento, mientras que en otros casos los síntomas pueden aparecer más tarde en la infancia o en la edad adulta. Algunos de los síntomas más comunes de las cardiopatías congénitas incluyen:
- Dificultad para respirar: Puede manifestarse como respiración rápida, dificultad para respirar durante la alimentación o actividad física, y fatiga excesiva.
- Cianosis: Coloración azulada en los labios, la piel y las uñas debido a la falta de oxígeno en la sangre.
- Retraso en el crecimiento y desarrollo: Los bebés con cardiopatías congénitas graves pueden tener un crecimiento y desarrollo más lentos que los bebés sin problemas cardíacos.
- Fatiga y debilidad: Los niños pueden tener menos energía y cansarse rápidamente durante la actividad física.
- Dificultad para alimentarse: Los bebés pueden tener dificultad para succionar y alimentarse adecuadamente debido a la falta de energía y dificultades respiratorias.
- Infecciones respiratorias recurrentes: Los niños con cardiopatías congénitas pueden ser más propensos a desarrollar infecciones respiratorias, como neumonía y bronquitis.
- Ritmo cardíaco anormal: Algunas cardiopatías congénitas pueden causar arritmias cardíacas, que pueden manifestarse como latidos cardíacos rápidos, irregulares o saltados.