Mi bebé es prematuro: ¿qué debo saber?

Un nacimiento prematuro significa que un bebé nace demasiado pronto. El nacimiento se produce antes de la semana 37 de embarazo. Un embarazo típico dura aproximadamente 40 semanas.

 Los partos prematuros ocurren entre un 11 % y un 13 % de los embarazos en los EE. UU.

Casi el 60 % de los mellizos, trillizos y otros tipos de partos múltiples provocan nacimientos prematuros.

Los bebés prematuros a menudo tienen problemas graves de salud, especialmente cuando nacen mucho antes. Estos problemas suelen variar. Pero cuanto más temprano nace un bebé, más alto es el riesgo de tener problemas de salud.

Un recién nacido prematuro puede ser:

  • Prematuro tardío, si nació entre la semana 34 y la semana 36 completa de embarazo.
  • Prematuro moderado, si nació entre la semana 32 y la semana 34 de embarazo.
  • Muy prematuro, si nació entre la semana 28 y la semana 32 de embarazo.
  • Prematuro extremo, si nació antes de las 28 semanas de embarazo.

La mayoría de los partos prematuros son prematuros tardíos.

Factores de Riesgo

Generalmente, no se sabe cuál es la causa exacta de un parto prematuro. Sin embargo, determinados factores pueden aumentar el riesgo.

Entre algunos factores de riesgo relacionados con embarazos pasados y presentes, se encuentran los siguientes:

  • Embarazo de mellizos, trillizos o más.
  • Un lapso de menos de seis meses entre embarazos. Es ideal esperar de 18 a 24 meses entre embarazos.
  • Tratamientos para ayudarte a quedar embarazada, que reciben el nombre de reproducción asistida, como la fertilización in vitro.
  • Más de un aborto espontáneo o voluntario.
  • Un parto prematuro anterior.
  • Algunos problemas de salud pueden aumentar el riesgo de partos prematuros, como los siguientes:
    • Problemas en el útero, el cuello del útero o la placenta.
    • Algunas infecciones, principalmente del líquido amniótico y del aparato genital inferior.
    • Problemas de salud continuos, como la presión arterial alta y la diabetes.
    • Lesiones o traumatismos en el cuerpo.
  • Las elecciones del estilo de vida también pueden aumentar el riesgo de un embarazo prematuro, por ejemplo, las siguientes:
    • Fumar cigarrillos, consumir drogas ilícitas o beber alcohol a menudo o con mucha frecuencia durante el embarazo.
    • Tener peso insuficiente o sobrepeso durante el embarazo.
    • Quedar embarazada antes de los 17 años o después de los 35.
    • Pasar por sucesos estresantes, como la muerte de un ser querido o violencia doméstica.
  • Por causas desconocidas, las mujeres de piel negra e indígenas estadounidenses tienen más probabilidad de presentar partos prematuros que las mujeres de otras razas. Sin embargo, cualquiera puede tener partos prematuros. De hecho, muchos partos prematuros no tienen factores de riesgo conocidos.

Apariencia física de un bebé prematuro

  • Entre más temprano nazca su bebé, más pequeño será, más grande parecerá su cabeza en relación con el resto del cuerpo y tendrá menos grasa corporal.
  • Con tan poca cantidad de grasa, su piel parecerá más delgada y transparente, lo que, de hecho, le permitirá ver los vasos sanguíneos bajo la piel. También es posible que tenga el cabello fino, denominado lanugo, en la espalda y los hombros.
  • Sus rasgos parecerán más marcados y menos redondeados de lo que serían en un nacimiento a término y, probablemente, el bebé no tenga la vérnix caseosa (capa protectora cerosa) que lo protege al momento del nacimiento, ya que este no se produce hasta la última etapa del embarazo. Sin embargo, no se preocupe; con el tiempo comenzará a tener la apariencia de un recién nacido típico.
  • Debido a que no tiene grasa protectora, su bebé prematuro contraerá resfriados a temperaturas ambiente normales. Por ese motivo, lo colocarán inmediatamente después del nacimiento en una incubadora o en un dispositivo de calentamiento especial denominado calentador radiante. En este dispositivo, la temperatura puede ajustarse para mantenerlo caliente.

Después de un examen rápido en la sala de parto, probablemente lo trasladen a una sala de recién nacidos de atención especial a menudo denominada Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, UCIN.

Cómo se comporta su bebé prematuro

  • También puede notar que su bebé prematuro llora solo de manera muy tenue, si es que llora, y puede tener dificultades para respirar. Esto se debe a que su sistema respiratorio aún es inmaduro.
  • Si nació con una anticipación mayor a dos meses, sus dificultades para respirar pueden causar problemas de salud graves, ya que es posible que el resto de los órganos inmaduros del cuerpo no reciban suficiente oxígeno. Para asegurarse de que esto no ocurra, los médicos lo observarán de cerca y controlarán su respiración y frecuencia cardíaca con un equipo denominado monitor cardiorrespiratorio.
  • Si necesita ayuda para respirar, es posible que le proporcionen oxígeno adicional, o un equipo especial, como un respirador; puede usarse temporalmente otra técnica de asistencia respiratoria, denominada presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés), para ayudarle a respirar.
  • Generalmente se los alimenta por sonda o por una vena (vía intravenosa), dependiendo de su estado. La alimentación por sonda dura hasta que el bebé sea capaz de respirar, succionar y tragar y pueda alimentarse del pecho o tomar el biberón.
  • Los bebés enfermos o muy prematuros requieren tratamiento especial, que depende de los problemas médicos que tengan. A los que necesitan asistencia para respirar se les ayuda con un tubo de oxígeno o una máquina, llamada respirador, que inserta y extrae aire de los pulmones. Algunos bebés necesitan medicamentos. Unos pocos requieren cirugía.
  • La leche materna le da a su bebé protección adicional contra la infección. Usted puede extraer leche materna y llevarla al hospital para su bebé.

Complicaciones

No todos los bebés prematuros tienen complicaciones de salud, pero nacer antes puede ocasionar problemas médicos a corto y largo plazo. Por lo general, cuanto más temprano nace un bebé, más alto es el riesgo de tener complicaciones. El peso al nacer también es fundamental.

Algunos problemas pueden ser claros desde el nacimiento. Otros pueden aparecer más adelante.

Complicaciones a corto plazo

Durante las primeras semanas, estas son algunas de las complicaciones de un parto prematuro:

Problemas respiratorios. Un bebé prematuro puede tener dificultad para respirar debido a que nació con pulmones que no están completamente desarrollados. Si a los pulmones del bebé les falta una sustancia que les permite expandirse, el bebé puede tener dificultad para inhalar suficiente cantidad de aire. Este es un problema que tiene tratamiento y se llama síndrome de dificultad respiratoria.

Es común que los bebés prematuros tengan pausas en la respiración llamadas apnea. La mayoría de los bebés superan la apnea cuando se les da el alta del hospital. Algunos bebés prematuros tienen un trastorno pulmonar menos común llamado displasia broncopulmonar. Necesitan oxígeno durante algunas semanas o meses, pero, por lo general, logran superar este problema.

Problemas cardíacos. Algunos problemas cardíacos frecuentes que tienen los bebés prematuros son de conducto arterioso persistente y presión arterial baja. El conducto arterioso persistente es una abertura entre dos vasos sanguíneos importantes, la aorta y la arteria pulmonar. Este defecto cardíaco a menudo se cierra solo, pero sin tratamiento, puede derivar en problemas como insuficiencia cardíaca. Esto ocurre cuando el corazón no puede bombear sangre como debería. La presión arterial baja puede necesitar tratamiento con líquidos administrados a través de una vena, medicamentos y, algunas veces, transfusiones sanguíneas.

Problemas cerebrales. Cuanto más prematuro nace un bebé, mayor es el riesgo para sangrado en el cerebro. Esto se conoce como hemorragia intraventricular. La mayoría de las hemorragias son leves y se resuelven con pocos efectos a corto plazo. Sin embargo, algunos bebés pueden tener un mayor sangrado cerebral que causa una lesión cerebral permanente.

Problemas de control de temperatura. Los bebés prematuros pueden perder calor rápidamente. No tienen la misma grasa corporal almacenada que un bebé que nació a término y no pueden generar el calor suficiente como para contrarrestar lo que se pierde a través de la superficie corporal. Si la temperatura corporal es demasiado baja, puede derivar en un problema peligroso llamado hipotermia.

La hipotermia en un bebé prematuro puede derivar en problemas respiratorios y niveles bajos de glucosa en la sangre. Además, un bebé prematuro puede usar toda la energía que obtiene de la alimentación solo para mantener la temperatura. Por eso, los bebés prematuros que son más pequeños, al principio, necesitan el calor adicional de un calentador o una incubadora.

Problemas digestivos. Los bebés prematuros son más propensos a tener sistemas digestivos que no están totalmente desarrollados. Esto puede derivar en problemas como enterocolitis necrosante. En la enterocolitis necrosante (NEC, por sus siglas en inglés), se dañan las células que recubren la pared del intestino. Este problema puede ocurrir en bebés prematuros una vez que comienzan a alimentarse. Los bebés prematuros que solo reciben leche materna tienen un riesgo mucho más bajo de tener enterocolitis necrosante.

Problemas sanguíneos. Los bebés prematuros corren riesgo de tener problemas sanguíneos como anemia e ictericia del recién nacido. Con la anemia, el bebé no tiene glóbulos rojos suficientes. Todos los recién nacidos sufren una lenta disminución de los glóbulos rojos durante el primer mes de vida, pero esa disminución puede ser mayor en los bebés prematuros. Con la ictericia del recién nacido, el bebé tiene un color amarillento en la piel y en los ojos. Esto ocurre porque la sangre del bebé contiene demasiada cantidad de una sustancia de color amarillo proveniente del hígado o de los glóbulos rojos. Esta sustancia se denomina bilirrubina. La ictericia tiene muchas causas, pero es más común en los bebés prematuros.

Problemas de metabolismo. Los bebés prematuros suelen tener problemas con el metabolismo. Este es el proceso en el que el cuerpo trasforma los alimentos y los líquidos en energía. Algunos bebés prematuros pueden tener un nivel muy bajo de glucosa en la sangre. Esto puede ocurrir porque los bebés prematuros generalmente tienen cantidades más reducidas de glucosa en la sangre que los bebés nacidos a término. Los bebés prematuros también tienen más dificultades para convertir la glucosa almacenada en tipos más activos y utilizables de glucosa sanguínea.

Problemas del sistema inmunitario. Es común que los bebés prematuros tengan sistemas inmunitarios que no estén completamente desarrollados. Esto puede derivar en un mayor riesgo de sufrir enfermedades. En un bebé prematuro, una infección se puede diseminar con rapidez al torrente sanguíneo y causar un problema que pone en riesgo la vida y se llama septicemia.

Complicaciones a largo plazo

A largo plazo, el nacimiento prematuro puede provocar los siguientes problemas de salud:

Parálisis cerebral. Este grupo de trastornos puede provocar problemas con el movimiento, el tono muscular o la postura. Puede deberse a una infección o flujo de sangre deficiente. También puede producirse a partir de una lesión en el cerebro de un recién nacido, ya sea en una etapa temprana del embarazo o cuando el bebé todavía es pequeño.

Problemas de aprendizaje. Es más probable que los bebés prematuros se retrasen en diferentes acontecimientos, en comparación con los bebés que nacieron a término. En edad escolar, un niño que nació demasiado prematuro puede ser más propenso a tener problemas de aprendizaje.

Problemas de visión. Los bebés prematuros pueden tener una enfermedad ocular conocida como retinopatía del prematuro. Esta se da cuando los vasos sanguíneos se hinchan y crecen en exceso en el tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo, llamada retina. A veces, estos vasos que crecieron de manera excesiva provocan una cicatrización lenta de la retina y la desplazan del lugar. Cuando la retina se desplaza de la parte posterior del ojo, se denomina desprendimiento de retina. Sin tratamiento, esto puede provocar daños en la visión y ceguera.

Problemas de audición. Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de perder algún grado de audición. A todos los bebés se les debería controlar la audición antes del alta hospitalaria.

Problemas dentales. Los bebés prematuros pueden tener más probabilidades que los bebés que nacieron a término de tener defectos en la cubierta dura externa de los dientes, conocida como esmalte. Los bebés que nacieron muy prematuramente o demasiado pronto también pueden tener más probabilidades de que se retrase el desarrollo de los dientes.

Problemas conductuales y de salud mental. En comparación con los niños que nacieron a término, es más probable que los niños que nacieron de forma prematura tengan ciertos problemas de salud mental, como retrasos en el desarrollo.

Problemas de salud constantes. Los bebés prematuros son más propensos a tener problemas de salud a largo plazo que los bebés que nacieron a término. Hay más posibilidades de que se manifiesten enfermedades, asma y problemas de alimentación, o de que estos perduren. Los bebés prematuros también corren un mayor riesgo de tener el síndrome de muerte infantil súbita. Este síndrome causa la muerte de un bebé sin motivos claros, a menudo mientras duerme.

¿Qué puede esperar cuando lleve a su bebé a casa?

Cuando esté en casa, no se sorprenda si su bebé duerme por períodos de tiempo más cortos de lo que usted esperaba. Los bebés prematuros suelen no estar despiertos por más que períodos breves. Pero se despiertan con más frecuencia que otros bebés. Dado que su bebé solo está despierto por períodos cortos, puede parecer mucho tiempo antes de que le responda.

Los bebés prematuros se enferman más fácilmente que los bebés nacidos a término. Así que es importante mantener a su bebé alejado de familiares y amigos enfermos. Asegúrese de que su bebé reciba evaluaciones y vacunas con regularidad para protegerlo contra enfermedades graves. Esté al día con sus vacunas y pídales a las personas que están cerca de su bebé que se vacunen también.

¿Qué más debería saber?

Los bebés prematuros suelen necesitar cuidados especiales después de salir de la UCIN; a veces, en una clínica para recién nacidos de alto riesgo o en un programa de intervención precoz. Dependiendo de su estado de salud, pueden necesitar el cuidado de especialistas, como los médicos que tratan problemas cerebrales y del sistema nervioso (neurólogos), problemas oculares (oftalmólogos), y problemas pulmonares (neumólogos).

Los bebés prematuros necesitan acudir a todas sus visitas médicas, incluyendo las revisiones ordinarias, ponerse las vacunas que necesitan todos los bebés para mantenerse sanos, y hacerse revisiones regulares de la vista y de la audición. A medida que su bebé vaya creciendo, sus médicos se irán fijando en:  su crecimiento, su desarrollo, incluyendo el habla, el lenguaje, el aprendizaje y las habilidades motoras su tono muscular, su fuerza y sus reflejos.

Updated on septiembre 26, 2023