La estructura del programa inicia con una valoración médica por el cardiólogo rehabilitador, el fisioterapista, la nutrióloga y la psicóloga, tras lo cual se realiza una prueba de esfuerzo idealmente cardiopulmonar.
Con estos elementos se realiza el diseño del programa individualizado de cada paciente de acuerdo con sus condiciones clínicas.
En promedio, el programa tiene una duración de cuatro semanas, con una sesión de entrenamiento al día, tres días a la semana.
Al finalizar el programa, se realiza una nueva valoración cardiológica para establecer las ganancias y realizar la prescripción individualizada del entrenamiento domiciliario.
Cada sesión de entrenamiento consiste en treinta minutos de ejercicio aeróbico y treinta minutos de ejercicio de fuerza, con monitoreo cardiorrespiratorio continuo bajo la supervisión presencial del cardiólogo rehabilitador para asegurar las ganancias dentro del programa.