La decisión de realizarse una colposcopía se basa en varios factores, incluyendo los resultados de las pruebas de detección del cáncer de cuello uterino, la presencia de síntomas o factores de riesgo, y las recomendaciones personalizadas de tu médico. Aquí hay algunas situaciones en las que se puede recomendar una colposcopía:
- Resultados anormales en la prueba de Papanicolaou (citología cervical): Si tus resultados de la citología cervical muestran células anormales, tu médico puede recomendar una colposcopía para evaluar más de cerca el cuello uterino y determinar la naturaleza de las anomalías.
- Prueba de Papanicolaou con ASCUS (células escamosas atípicas de significado indeterminado): En algunos casos, cuando los resultados de la citología muestran células escamosas atípicas de significado indeterminado (ASCUS), una colposcopía puede ser recomendada para evaluar mejor el cuello uterino y determinar la necesidad de tratamiento adicional.
- Prueba de Papanicolaou con lesiones de bajo grado (LSIL) o lesiones de alto grado (HSIL): Si los resultados de la citología cervical muestran lesiones de bajo grado o alto grado, una colposcopía puede ser necesaria para evaluar la gravedad de las anomalías y determinar si se requiere un tratamiento adicional.
- Historia de infección por el virus del papiloma humano (VPH): Si tienes una historia de infección por el VPH, especialmente si se ha detectado una cepa de alto riesgo, tu médico puede recomendar una colposcopía para evaluar cualquier cambio en el cuello uterino y detectar posibles lesiones precancerosas.
- Anomalías visuales en el examen ginecológico de rutina: Si tu médico observa anomalías o cambios sospechosos durante un examen ginecológico de rutina, puede sugerir una colposcopía para una evaluación más detallada.